lunes, 21 de agosto de 2017

Festival Castell de Peralada – Acosta Danza

Carlos Acosta en Memoria. Foto: Toti Ferrer

El jueves 17 de agosto la cita estaba en Peralada. Nuestro amado Festival Castell de Peralada, terminaba la temporada con más baile, tres espectáculos en esta edición y ahora era el turno de Carlos Acosta y su compañía, Acosta Dansa, la compañía que acaba de crear y que presentó en primicia en España para el público del festival del Empordà.

Carolina Masjuan

Pero cuando muchos de nosotros llegábamos al encantador pueblecito empordanès, nuestros teléfonos empiezan a vibrar y amigos, familia, cualquier conocido desde cualquier lugar, nos preguntan: ¿Estás bien? ... Y entonces preguntamos nosotros alarmados ¿Qué pasa? ¿Ha sucedido algo? Y sí, otra vez, un terrible ataque terrorista había golpeado el corazón de una ciudad europea, esta vez nuestra querida Barcelona, ​sus maravillosas Ramblas, el punto de encuentro de las más diversas culturas a lo largo de los siglos. Donde más daño podían hacer. 

Zeleidy Crespo y José Luis Blanco en Faun.
Foto: Toti Ferrer
Y lo hicieron, eso seguro, pero después de la conmoción, del dolor y la rabia, todos reaccionamos al unísono con un solo grito "No tenim por" (no tenemos miedo).

En Peralada se hacían la pregunta: ¿qué había que hacer? Pero "show must go on" y así fue. A las 10 pm, cuando el espectáculo iba a comenzar, el director del Festival, Oriol Aguilà y Carlos Acosta, tristes, desolados, pero firmes y valientes, vinieron a saludar al público para leer un manifiesto:

Festival de Peralada quiere expresar su dolor y su rabia por el atentado de esta tarde en la ciudad de Barcelona. Hechos brutales e incomprensibles que nos golpean a todos. El deseo es uno: que no vuelvan a pasar hechos como los de hoy que han provocado una tristeza colectiva y unánime en todas partes. Festival de Peralada rechaza la violencia que sólo provoca tragedia y dolor. El terror causa dolor, sí ... pero no nos detendrá en nuestro camino por conseguir la paz en el mundo.

Nuestro ánimo y coraje a las víctimas, familiares y amigos y nuestra solidaridad con todos los barceloneses.

Siguió un minuto de silencio con todo el auditorio en pie.

End of Time. Liliana Menendez y Enrique Corrales
Foto: Toti Ferrer
Y la vida sigue y el espectáculo comenzó. Carlos Acosta nos presentó su compañía, una compañía con una gran diversidad de estilos para mostrar que en Cuba otra forma de entender la danza también es posible. Hay dos prestigiosas compañías en la isla caribeña, el Ballet Nacional de Cuba, bajo la dirección de Alicia Alonso, en la que Carlos se formó antes de convertirse en una de las estrellas más prestigiosas del mundo como Principal durante diecisiete años en el Royal Ballet, y la compañía contemporánea Danza Contemporánea de Cuba.

La de Carlos, Acosta Danza, con sede en La Habana, presenta un repertorio que incluye coreógrafos modernos con los que ha trabajado y obras de coreógrafos cubanos raramente representadas fuera del país. La compañía está formada por 23 bailarines de los cuales sólo 10 vinieron a Peralada, con un programa que va a ir en Septiembre al Sadler's Wells de Londres, co-productor de la compañía.

Raúl Reinoso y Julio León. El Cruce sobre el Niágara.
Foto: Toti Ferrer
El Cruce sobre el Niágara de la coreógrafa cubana Marianela Boán, abrió la noche. Esta pieza bailada por unos espectaculares Raúl Reinoso y Julio León, exige un control extremo, porque los movimientos son muy lentos con equilibrios sostenidos en relevé de gran dificultad. Los bailarines casi desnudos, sus músculos, su esfuerzo, se hacen evidentes y su actuación resultó ser uno de los mejores momentos de la noche. Aunque ya vista en el marco del Festival Grec de este año gracias a María Rovira que la incluyó en su programa Trànsit y Cuba, una segunda revisión permitió apreciarla aún más. 

Faun de Sidi Larbi Cherkaoui, nos sitúa en África, en un bosque salvaje, una selva, una danza animal magnifícamente interiorizada por José Luis Blanco, en contrapunto con la flexibilidad y ligereza de la hermosa y felina Zeleidy Crespo.

End of Time de Ben Stevenson, es un hermoso paso a dos clásico, el único en este estilo que incluye este programa, bajo música de Rachmaninov. Liliana Menendez y Enrique Corrales transmiten muy bien la belleza de esta coreografía que representa el apoyo de dos personas que se quedan solas en la tierra. 

Acosta Danza en Alrededor no hay nada. Foto: Toti Ferrer

Anádromous con Laura Treto y de nuevo Raúl Reinoso, que también firma la coreografía, nos muestra un dúo luchando por la supervivencia del ser humano.

Alrededor no hay nada fue la única pieza coral, con los diez bailarines en escena. No hay música, sólo la palabra que acompaña a los bailarines, esta pieza de Goyo Montero, fechada hace diez años, fue creada para el Ballet Nacional de Cuba.

Anadromous. Laura Treto y Raúl Reinoso.
Foto: Toti Ferrer
En cuanto a Carlos Acosta, el bailarín que tiene ahora 43 años, nos ha ofrecido dos solos: Memoria de Miguel Altunaga con música electrónica y que combina la danza urbana break-dance con movimientos de artes marciales, fue bailada torso desnudo por el artista cubano y conquistó rápidamente a su público y Two, de Russell Maliphant, creado originalmente en 1998 para Dana Fouras. 

Two fue interpretado anteriormente en Peralada por Sylvie Guillem como parte del programa PUSH, con motivo de la despedida de los escenarios escenarios de la mítica bailarina francesa.

Encerrado en una pequeña caja de luz, repitiendo el mismo fraseo con creciente intensidad, el bailarín nos conquista por el encanto cautivador del movimiento de sus brazos, sus hombros y su cabeza. Carlos había sido muy esperado y su carisma y la belleza de su movimiento que sigue revelándose magnífica en el escenario, acabaron de conquistar a un público muy predispuesto a disfrutar de esta última propuesta de uno de los mejores Festivales del mundo en todos los sentidos.

Two. Carlos Acosta.
Foto: Toti Ferrer

Una gran ovación saludó al bailarín y a toda la compañía al final del espectáculo con los habituales zapateados del público en las tarimas, acompañados por otros espontáneos de los bailarines que, felices, también aplaudían a su audiencia, una audiencia emocionada y encantada, triste pero animosa al mismo tiempo, que agradeció su arte en estos momentos difíciles.


Otra bella velada de danza que cierra la 31ª edición del festival. ¡Gracias Peralada! Ya esperamos ansiosos conocer el programa para 2018.

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